y posterior comida en los parques de la Torre de Hércules. Fuimos un grupo numeroso, y estuvo muy divertido, vimos la hora de la comida a las focas, y la inmersión del buzo en el aquarium finisterrae, para atraer a los tiburones.
Fué un poco agobiante de gente (cuándo entramos, había unas 700 personas, según el contador de la entrada, y cuándo nos fuimos la cifra se elevaba a 1200!!). Lo bueno del enclave de la Casa de los Peces es que están a cinco minutos caminando de los campos de la Torre de Hércules, dónde es un placer comer al aire libre, y compartir la tarde. Eso hicimos, y estuvo muy bien!. (Habíamos quedado a las 11.30 de la mañana, y a las 17.00 de la tarde se les preguntaba a los chicos si querían irse, y todos contestaban con un rotundo, NO, jeje).
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